Por más de dos siglos, Estados Unidos ha sido llamado “la tierra de las oportunidades”, un lugar donde los individuos y las familias pueden vivir y prosperar en libertad: el sueño americano. Esta idea popular sosteniente que la alegría del bienestar financiero está dentro del alcance de todos dispuestos a trabajar duro. Pero el “bienestar corporativo” de Trump y Andy Barr (exenciones fiscales) se ha sumado con los efectos devastadores del Covid y el cambio climático, haciendo que muchas de nuestras familias trabajadoras cuestionen ese sueño.
No es sorpresa que los obstáculos enfrentados por los trabajadores blancos, negros e hispánicos no sean los mismos. Aunque muchos estadounidenses podrían sentir la carga de la desigualdad de ingresos y el hundimiento del poder adquisitivo, algunos grupos raciales y étnicos han tenido peor suerte que otros. Y si vamos al caso, también las mujeres de todas las razas.
Debemos trabajar para crear políticas económicas y sociales que revivan la promesa de Estados Unidos y crear oportunidades renovadas para las familias trabajadoras de Kentucky, quienes por décadas, han estado quedándose cada vez más atrás.